Os hemos hablado en repetidas ocasiones de la importancia de mantener un equilibrio en nuestra tríada mente-cuerpo-emoción para facilitar la llegada del embarazo. A nivel de cuerpo, y más concretamente a nivel hormonal, existen sustancias en nuestro día a día que pueden provocar desequilibrios hormonales con una repercusión directa en nuestra fertilidad: los disruptores endocrinos.
Se trata de pequeñas sustancias químicas presentes en nuestro entorno, parecidas en estructura a las hormonas sexuales naturales como los estrógenos y andrógenos,
y que en muchas ocasiones nuestro organismo absorbe como si se tratara de hormonas reales, confundiéndolas, y que por tanto pueden alterar el funcionamiento normal de nuestro sistema hormonal. Los cambios que pueden producir son muy variados: aumento de la producción de ciertas hormonas, disminución de la producción de otras, convertir una hormona en otra, interferir con la señalización hormonal, y un largo etcétera.
Quizás hayáis oído hablar de ellos, ya que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Unión Europea y especialmente la comunidad científica están desarrollando estudios y acciones orientadas a la prevención de sus repercusiones. Las investigaciones están detectando disruptores endocrinos en el aire que respiramos (relacionado con los pesticidas y plaguicidas y con la contaminación), en los textiles que utilizamos, en los productos de limpieza y cosmética, en los envases alimenticios, en los alimentos, etc; por lo que evitarlos resulta prácticamente imposible.
Sin embargo, una de las vías más frecuentes que tenemos de estar en contacto con estos disruptores es precisamente la alimentación, ya sea por los alimentos que consumimos como por los envases contenedores. Y podemos eliminar gran parte de ellos siendo conscientes de su importancia y conociendo medidas de prevención.
Estas son algunas pautas básicas que nos alejarán de ellos y que, por tanto, protegerán nuestra fertilidad:
- Reemplaza los envases de plástico para conservar alimentos por envases de vidrio.
- Si utilizas envases de plástico, asegúrate de que no contengan Bisfenol A.
- Evita consumir latas de conserva, opta por productos envasados en botes de cristal.
- Evita el uso de papel film y/o cubiertos de PVC.
- No rellenes botellas de plástico.
- Consume ingredientes lo más naturales y ecológicos posibles, para evitar ingerir pesticidas.
- Limpia profundamente las frutas y verduras, para eliminar restos de pesticidas.
- Se ha comprobado que ciertos alimentos, como son la lechuga, el tomate, el pepino y la manzana contienen niveles más elevados de residuos de pesticidas. Pelándolos los eliminarás en gran medida, y en su defecto lávalos con especial atención.
- Compra alimentos frescos y cocínalos ti mismo/a.
- Evita comer grasa animal, ya que en ella se acumulan las toxinas.
- Evita cocinar con las uñas pintadas con esmaltes que contengan ftalatos y usar productos de limpieza con este mismo componente.
- Calienta los alimentos en el fuego, evita usar el microondas.
Con estos sencillos hábitos, importantes tanto para hombres como para mujeres, estaremos cuidando nuestra fertilidad, y preparando nuestro cuerpo para recibir con salud una nueva vida.
¡Puedes empezar hoy mismo!
Mara Segarra
Conócenos: www.fertilidadactiva.com
Se trata de pequeñas sustancias químicas presentes en nuestro entorno, parecidas en estructura a las hormonas sexuales naturales como los estrógenos y andrógenos,
y que en muchas ocasiones nuestro organismo absorbe como si se tratara de hormonas reales, confundiéndolas, y que por tanto pueden alterar el funcionamiento normal de nuestro sistema hormonal. Los cambios que pueden producir son muy variados: aumento de la producción de ciertas hormonas, disminución de la producción de otras, convertir una hormona en otra, interferir con la señalización hormonal, y un largo etcétera.
Quizás hayáis oído hablar de ellos, ya que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Unión Europea y especialmente la comunidad científica están desarrollando estudios y acciones orientadas a la prevención de sus repercusiones. Las investigaciones están detectando disruptores endocrinos en el aire que respiramos (relacionado con los pesticidas y plaguicidas y con la contaminación), en los textiles que utilizamos, en los productos de limpieza y cosmética, en los envases alimenticios, en los alimentos, etc; por lo que evitarlos resulta prácticamente imposible.
Sin embargo, una de las vías más frecuentes que tenemos de estar en contacto con estos disruptores es precisamente la alimentación, ya sea por los alimentos que consumimos como por los envases contenedores. Y podemos eliminar gran parte de ellos siendo conscientes de su importancia y conociendo medidas de prevención.
Estas son algunas pautas básicas que nos alejarán de ellos y que, por tanto, protegerán nuestra fertilidad:
- Reemplaza los envases de plástico para conservar alimentos por envases de vidrio.
- Si utilizas envases de plástico, asegúrate de que no contengan Bisfenol A.
- Evita consumir latas de conserva, opta por productos envasados en botes de cristal.
- Evita el uso de papel film y/o cubiertos de PVC.
- No rellenes botellas de plástico.
- Consume ingredientes lo más naturales y ecológicos posibles, para evitar ingerir pesticidas.
- Limpia profundamente las frutas y verduras, para eliminar restos de pesticidas.
- Se ha comprobado que ciertos alimentos, como son la lechuga, el tomate, el pepino y la manzana contienen niveles más elevados de residuos de pesticidas. Pelándolos los eliminarás en gran medida, y en su defecto lávalos con especial atención.
- Compra alimentos frescos y cocínalos ti mismo/a.
- Evita comer grasa animal, ya que en ella se acumulan las toxinas.
- Evita cocinar con las uñas pintadas con esmaltes que contengan ftalatos y usar productos de limpieza con este mismo componente.
- Calienta los alimentos en el fuego, evita usar el microondas.
Con estos sencillos hábitos, importantes tanto para hombres como para mujeres, estaremos cuidando nuestra fertilidad, y preparando nuestro cuerpo para recibir con salud una nueva vida.
¡Puedes empezar hoy mismo!
Mara Segarra
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