¿Cómo puede influir mi bajo peso en mis posibilidades de embarazo?


Vivimos en una sociedad en la que se valora mucho el bajo peso, se espera de las mujeres que tengan cuerpos esbeltos, atléticos y sin apenas grasa corporal. Además, cada vez son más las mujeres que practican deportes exigentes, que requieren control del peso y la alimentación, y que siguen dietas restrictivas. Son muchas las mujeres que acuden a nuestra consulta que por diferentes razones están en un peso inferior al que le correspondería por su altura.

Sin embargo, cuando decidimos emprender el camino de la maternidad en busca de un embarazo, la delgadez puede ser un obstáculo para conseguirlo.

Mejora tu sexualidad reproductiva


La actividad sexual en las parejas o personas que presentan problemas en la fertilidad resulta a veces difícil de mantener.

La frustración cuando el embarazo no llega, la programación de las relaciones en los días fértiles, el propio temor a no quedarse embarazada, la tensión y malestar que ello provoca a ambos miembros de la pareja, los embarazos de las personas cercanas, familia, amigas, compañeras de trabajo, crean un malestar emocional que en muchos casos repercute en nuestra conducta sexual, inhibiendo el deseo o creando sensación de molestia y sequedad vaginal.

Escucha a tu cuerpo



Cuando nuestro objetivo es quedarnos embarazadas, escuchar a nuestro cuerpo puede sernos de gran ayuda, ya que puede dar luz a aspectos que están dificultando que el embarazo se produzca. No siempre serán molestias relacionadas con nuestros órganos reproductivos, a veces se trata de desequilibrios más amplios, que afectan a la globalidad de nuestro organismo, y por tanto también a nuestra capacidad fértil. Nuestra salud reproductiva está directamente relacionada con nuestra salud general, y por eso cualquier mejora o cuidado que trabajemos nos será beneficioso.