¿Cómo puede influir mi bajo peso en mis posibilidades de embarazo?


Vivimos en una sociedad en la que se valora mucho el bajo peso, se espera de las mujeres que tengan cuerpos esbeltos, atléticos y sin apenas grasa corporal. Además, cada vez son más las mujeres que practican deportes exigentes, que requieren control del peso y la alimentación, y que siguen dietas restrictivas. Son muchas las mujeres que acuden a nuestra consulta que por diferentes razones están en un peso inferior al que le correspondería por su altura.

Sin embargo, cuando decidimos emprender el camino de la maternidad en busca de un embarazo, la delgadez puede ser un obstáculo para conseguirlo.


Ante un peso demasiado bajo nuestro cuerpo puede interpretar que no tenemos a nuestra disposición suficientes alimentos y nutrientes para una gestación, por lo que no es un momento adecuado para que se produzca; y puede poner en marcha un mecanismo adaptativo que disminuya la función reproductiva, esperando a que las condiciones mejoren, y que quede asegurada una buena alimentación tanto nuestra como del embrión.

En este sentido, las mujeres con bajo peso presentan con más frecuencia alteraciones uterinas y menstruales, y tienen tasas de implantación y embarazo más bajas, tanto en reproducción natural como mediante técnicas de reproducción asistida. Incluso, en los casos más graves, puede producirse una amenorrea o interrupción de la menstruación, que sólo se restablecerá con el incremento de peso hasta niveles que nuestro organismo considere adecuados para llevar adelante una gestación.


¿Cómo puedo saber si mi peso es demasiado bajo?

Para saber si nuestro peso es demasiado bajo podemos calcular nuestro índice de masa corporal con una sencilla operación:

El índice de masa corporal ideal para la búsqueda de un embarazo está entre 20 y 25. Si nuestro resultado es inferior a 20 o superior a 25 es importante seguir algunas recomendaciones para recuperar un peso corporal normal.


En el caso de un peso bajo, con un IMC inferior a 20, estas pautas pueden ayudarnos a conseguir nuestro objetivo:

 - El balance energético tiene que ser positivo, es decir, tenemos que consumir más calorías de las que quemamos a lo largo del día. Esto resulta fundamental en el caso de mujeres que practican mucho deporte, o que tienen un nivel de actividad muy intenso.

 - Se recomienda aumentar entre 0’5-1 kg por semana.

 - Han de realizarse 5 comidas al día.

- Las comidas principales han de tener hidratos de carbono puros (patatas, pasta, arroz, pan, etc.).

- Es interesante conocer el poder calórico de los alimentos para aumentar el consumo de calorías.


Cuando estamos buscando quedarnos embarazadas no es el momento para realizar dietas restrictivas que pongan en alerta a nuestro cuerpo; tenemos que transmitirle que disponemos de todo tipo de alimentos y nutrientes, de energía suficiente, y de buenas condiciones para llevar adelante una gestación. Con un peso adecuado nuestro organismo estará en óptimas condiciones para conseguirlo.

Mara Segarra

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