Los meses que transcurren, la llegada de la menstruación de cada ciclo y en muchos casos el inicio de procesos de fertilidad con ayuda médica van haciendo consciente a cada uno de nosotros, de que de algún modo tenemos un problema. Son muchos los factores que inciden y no siempre es fácil saber con claridad cuáles son los que lo dificultan.
La pareja/mujer se dispone a iniciar un proceso de fertilidad. Las mujeres, más que los hombres, están rodeadas de amigas con hijos o embarazadas, compañeras de trabajo, etc. que en sus conversaciones dedican un tiempo a uno de sus tesoros más preciados: sus hijos. El sentimiento primario de tristeza, como reacción emocional cuando se acumulan intentos fallidos, la incertidumbre, la tristeza y el temor a no conseguirlo van tomando espacio en nuestra emoción. En muchos casos es en este periodo donde surge la envidia y los celos, que tanto hacen sufrir.
¿Qué sentimos?
Sensaciones de agobio, malestar, irritabilidad, tensión, llanto o rabia, son los más comunes. Surge la inquietud y malestar de ver mujeres embarazadas en la calle, en el trabajo, en la propia familia o entre vuestras amigas; quizás inicialmente os cueste estar entre ellas y escuchar sus conversaciones sobre los hijos.
Pensamientos más comunes
“¿Porqué los demás y no yo?”, “Esto es injusto”, “No nos lo merecemos… ”, “Todos van quedando embarazados excepto nosotros”, “Se ha vuelto a quedar embarazada y yo aún no” son pensamientos muy comunes y naturales entre vosotras.
No os preocupéis, eso pasará si no nos forzamos a no sentirlo y aceptamos que es una emoción negativa temporal y fruto del proceso de dificultad de quedaros embarazadas.
¿Qué podemos hacer?
Quizás es el momento de ser cariñosas con vosotras mismas, respetar vuestros sentimientos, no avivarlos, pero sí comprender que es natural reaccionar así, ante un proyecto tan importante y vital como el de ser padres.
Os desaconsejo que os forcéis a resistir esas situaciones pero sí podéis ir afrontándolas de forma dosificada.
Hazte consciente de que el temor a no conseguirlo y la tristeza por no conseguirlo en el modo y el tiempo que pensábamos nos genera otras emociones secundarias como la envidia y los celos.
¿Qué sentimos?
Sensaciones de agobio, malestar, irritabilidad, tensión, llanto o rabia, son los más comunes. Surge la inquietud y malestar de ver mujeres embarazadas en la calle, en el trabajo, en la propia familia o entre vuestras amigas; quizás inicialmente os cueste estar entre ellas y escuchar sus conversaciones sobre los hijos.
Pensamientos más comunes
“¿Porqué los demás y no yo?”, “Esto es injusto”, “No nos lo merecemos… ”, “Todos van quedando embarazados excepto nosotros”, “Se ha vuelto a quedar embarazada y yo aún no” son pensamientos muy comunes y naturales entre vosotras.
No os preocupéis, eso pasará si no nos forzamos a no sentirlo y aceptamos que es una emoción negativa temporal y fruto del proceso de dificultad de quedaros embarazadas.
¿Qué podemos hacer?
Quizás es el momento de ser cariñosas con vosotras mismas, respetar vuestros sentimientos, no avivarlos, pero sí comprender que es natural reaccionar así, ante un proyecto tan importante y vital como el de ser padres.
Os desaconsejo que os forcéis a resistir esas situaciones pero sí podéis ir afrontándolas de forma dosificada.
Hazte consciente de que el temor a no conseguirlo y la tristeza por no conseguirlo en el modo y el tiempo que pensábamos nos genera otras emociones secundarias como la envidia y los celos.
Comenta con las personas con las que tienes confianza que intenten hablar menos del tema de los hijos y date la oportunidad de ir mostrando interés por ellas y su maternidad a medida que te sientas mejor.
En la medida en que admitas tus sentimientos y no te castigues, intentando a su vez confiar en que lo vas a conseguir, te sentirás mejor contigo y con los demás. Recuerda que la dificultad no es un impedimento, aunque a veces resulte complicado.
Plantear otros proyectos individuales y de pareja, durante ese tiempo que también dedicamos a ser padres, nos ayuda. En general, lo convertís en el único proyecto, y esa es una estrategia errónea para conseguirlo. Si tienes tiempo para estudios, trabajo, hobbies, viajes y actividades lúdicas, no dejes de hacerlas. Si te quedas embarazada ya tomaréis la decisión más adecuada con respecto a los otros proyectos.
Baja el nivel de estrés y cuídate. Si estás en un proceso de fertilidad, dedica un tiempo a tu cuerpo y tu emoción. La calidad de vida de las personas incide en nuestras dopaminas y por lo tanto en nuestro estado emocional. La alegría y el bienestar disminuyen la intensidad de las emociones negativas.
Valora lo que tienes a tu alrededor, disfruta de tu vida, y plantea la fertilidad como un reto, en el que puedes aprender mucho de ti. Si las emociones negativas van creciendo y no puedes ser tú misma, toma consciencia de que hay algo que desconoces y que puedes resolver.
Gemma Mestre
En la medida en que admitas tus sentimientos y no te castigues, intentando a su vez confiar en que lo vas a conseguir, te sentirás mejor contigo y con los demás. Recuerda que la dificultad no es un impedimento, aunque a veces resulte complicado.
Plantear otros proyectos individuales y de pareja, durante ese tiempo que también dedicamos a ser padres, nos ayuda. En general, lo convertís en el único proyecto, y esa es una estrategia errónea para conseguirlo. Si tienes tiempo para estudios, trabajo, hobbies, viajes y actividades lúdicas, no dejes de hacerlas. Si te quedas embarazada ya tomaréis la decisión más adecuada con respecto a los otros proyectos.
Baja el nivel de estrés y cuídate. Si estás en un proceso de fertilidad, dedica un tiempo a tu cuerpo y tu emoción. La calidad de vida de las personas incide en nuestras dopaminas y por lo tanto en nuestro estado emocional. La alegría y el bienestar disminuyen la intensidad de las emociones negativas.
Valora lo que tienes a tu alrededor, disfruta de tu vida, y plantea la fertilidad como un reto, en el que puedes aprender mucho de ti. Si las emociones negativas van creciendo y no puedes ser tú misma, toma consciencia de que hay algo que desconoces y que puedes resolver.
Gemma Mestre
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