Fertilidad y cerebro

Hemos planteado en otras ocasiones, el papel que tiene la mente en la fertilidad. 

El cerebro de los humanos así como el de los animales, regula la supervivencia de la especie. 

El cerebro, mediante procesos perceptivos, representa simbólicamente en su interior lo que conocemos por “mapas cognitivos(1).



Existen tres tipos de mapas: 

· Exteroceptivos: Informan del estado del mundo exterior. 
· Propioceptivos: Informan del aparato esquelético y muscular. 
· Interoceptivos: Informan del estado de las vísceras. 

La Terapia de Potenciación y Capacitación (TPC) de la Fertilidad, entre otras actuaciones, ayuda a la persona a conectar con su cuerpo a través de técnicas de relajación e hipnosis clínica, especialmente con su útero y vagina, para potenciar la capacidad de los mismos, incrementado la posibilidad de embarazo, teniendo en cuenta las dificultades físicas (médicas), que se hayan detectado. 

El órgano reproductivo femenino tiene dos funciones esenciales para conseguir un embarazo, la sexual y la reproductiva. 

Al margen de que una mujer desee ser madre sin pareja, es de gran importancia mantener activa y vital la sexualidad, ya sea de forma individual o con otra persona. La activación sexual ayuda al cuerpo a autorregularse, creando la posibilidad de que la mujer obtenga un estado fisiológico funcional más receptivo para concebir un embarazo. 

Al mismo tiempo, en general, las mujeres toman conciencia del útero a través de la menstruación que, en muchos casos, va vinculada al dolor. Aplicar técnicas de interocepción con el útero, genera un cambio en la mente y en la emoción de la mujer y en consecuencia en la irrigación del mismo, disminuyendo la tensión. 

La relajación, el mindfullness, el yoga son técnicas que ayudan a conectar con el cuerpo estructural y visceral así como con nuestras emociones. Sin embargo, cuando hay dificultades físicas o funcionales y emocionales propias, nuestra mente necesita realizar un trabajo más profundo psico-físico para conseguir un cambio que permita incrementar la posibilidad de tener un hija/a. 

Gemma Mestre
Psicóloga Clínica
Sexóloga - Fertilidad - Psicoterapeuta

(1) Damasio, A. (2010). Y el cerebro creó al hombre: ¿Cómo pudo el cerebro generar emociones…,
             

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