El papel de la emoción en la fertilidad

La emoción tiene un papel muy importante en la fertilidad, así como en la funcionalidad de nuestro cuerpo, es por ello que es básico poder valorar el nivel de incidencia del mismo. Para ello se realiza un diagnóstico o evaluación emocional que nos orientará sobre nivel de intervención psicológica en cada caso.

Existen reacciones emocionales propias del proceso como son: El shock, la culpa, la negación, la tristeza, la desesperanza, la perdida de control, el sentimiento de fracaso, la frustración, la rabia, la envidia, el sentimiento de soledad, autocastigo …., su repercusión en la fertilidad es diferente en cada persona.

Nuestro objetivo es :
  • Estabilizar y gestionar su reacción emocional.
  • Recuperar y mejorar su calidad de vida individual y de pareja cuando la hay.
  • Conectar con su cuerpo/útero.
  • Reconocer sensorial y cognitivamente, como le repercute en el tratamiento de fertilidad. 
  • Incrementar la seguridad y el conocimiento de cada tratamiento.
  • Potenciar la pro-actividad hacia el mismo, según sus capacidades e historia personal.
  • De este modo ayudaremos a incrementar la respuesta del cuerpo al tratamiento reproductivo, maximizando la posibilidad de embarazo.
A nivel emocional la Terapia de Potenciación y capacitación TPC, remarca y aporta la necesidad de valorar: 
  • Reconocer el estado emocional de la persona
  • El vinculo de identidad de la mujer con el propio genero. 
  • La primera menstruación , reacciones y vivencias. ¿Cómo la vivieron?
  • Las siguientes menstruaciones. Estimar el nivel de interferencia en su vida cotidiana del dolor pre y menstrual, a nivel físico y emocional.
  • Ingesta de fármacos: analgésicos o antiinflamatorios, para la disminución del dolor, dosis y frecuencia. Temporalidad :(días antes, durante todo el cicló menstrual etc...). 
  • Infecciones frecuentes en la infancia y juventud (genitourinarias), irritabilidad en los genitales.
  • Dispareunia y/o vaginismo .
  • El temor al dolor en general, específicamente al físico y emocional.
Es relevante hacer una evaluación profunda de la relación y proceso vivencial que tiene la mujer con su ciclo menstrual, con el dolor, las relaciones sexuales, respuesta sexual emocional de placer y fisiológica, infecciones frecuentes, el significado que tiene para ella maternidad y su perspectiva como mujer en nuestra sociedad siendo madre. 

A medida que se interviene psico-físicamente, mejora el vínculo e identidad de género y con el propio cuerpo femenino. Desaparecen síntomas de dolor menstrual, migrañas pre-menstruales, mejora la calidad y el placer sexual, la calidad del útero y la capacidad de afrontar de forma positiva y activa la incertidumbre que suponen los tratamientos, mejorando la respuesta a éstos y en consecuencia a tener un hijo.


Gemma Mestre

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