Dispositivos, ¿para qué?

Este verano he tenido tiempo para parar y poder observar detenidamente a la primera infancia, a esas personitas que son el futuro. Las he observado en la calle, en el parque, en la playa, en el restaurante, en el supermercado,…. Con su mamá/papá, con sus hermanos, con adultos , con iguales y … he aprendido mucho.

Si nos paramos y observamos, nos damos cuenta de la gran información que nos transmiten. En cada momento, con sus gestos, con sus palabras, con sus risas, con sus pataletas, … nos dicen como están y que es lo que necesitan. Nosotros como madres/padres debemos prestar toda la atención para ayudarles a crecer y desarrollarse sanos, para que se sientan mirados y comprendidos, en definitiva para sentirse queridos.

Este post lo voy a dedicar a uno de los aspectos que he analizado este verano: el uso de móviles, tablets (ipad) y demás “aparatos inteligentes”.

Uno de estos días de verano, en un restaurante, me llamo la atención una mesa donde estaban sentadas dos parejas. Una de las parejas tenía al lado un cochecito con un bebé de unos 10 meses, más o menos. El bebé estaba tranquilo, absorto y sin moverse porque le habían colocado en los pies un ipad con una serie de dibujos con imágenes rápidas que captaban totalmente su atención. Las dos parejas degustaban su menú mientras compartían conversaciones y risas.

Mi pensamiento se focalizó en que la mamá y el papá del bebé disfrutaban de esa grata comida con los amigos porque no tenían, seguramente, una información sobre cómo los dispositivos electrónicos están afectando a su bebé.

Los niños/as menores de 6 años no deberían usar dispositivos. No creo que dejarles que se entretengan con ellos, sea bueno para su desarrollo cognitivo, emocional y social.

Los dispositivos proporcionan un estímulo que es muy poderoso y la satisfacción les llega al cerebro, a una gran velocidad. Así que, poco a poco el niño/a va perdiendo interés por otras cosas, parece poco atento/a y podría llegar a ser diagnosticado/a de TDA.

Ese bebé del restaurante estaba indefenso ante el estímulo que su papá/mamá le habían proporcionado con el ipad.

A esos papas les preguntaría ¿porqué no comparten la comida también con su bebé?. Les diría que pueden pedir una silla adaptable a la mesa, sentar al bebé con ellos, sincronizar miradas con su bebé durante la comida, ofrecerle atención con caricias y pequeños juegos, dejarle que les escuche hablar y reír con sus amigos, … Les diría también que pueden darle una cuchara para que explore sus características de dureza, textura, forma. Que pueden darle una patata frita para que la manipule, chupe, aplaste con sus manitas. En definitiva, que ofrezcan y faciliten a su bebé materiales para que a través de la manipulación y experimentación con estos, ayuden al desarrollo sensorial y cognitivo. Que proporcionen a su bebé situaciones y contextos que ayuden a su desarrollo social y emocional. Y sobre todo, que NO le ofrezcan un ipad o cualquier dispositivo y que NO descarguen juegos y aplicaciones buscando que su bebé “no moleste”.

Su bebé, los bebes, construirán una relación de amor y seguridad a través del cuidado de su mamá y su papá, a través del juego con su mamá y con su papá. El apego va a ser importantísimo sobre los 6 y los 18 meses. Va a ser crucial quién ha estado con el bebé y cómo ha estado cuidado.

Para el bebé es esencial sentir el nivel de disponibilidad emocional que su mamá/papá tienen para él. El bebé podrá aprender unos hábitos emocionales en el intercambio con las personas que se relaciona.

Sin embargo, nuestra sociedad está viviendo la idea de que las aplicaciones para niños/as y los videojuegos, mejoran el desarrollo cognitivo. Discrepo en que a la primera infancia le revierta algún efecto positivo en su cerebro. El cerebro del bebé crece muy rápido durante los primeros 12 meses de vida y el buen crecimiento de las áreas cerebrales, dependerá de las experiencias positivas que experimente el bebé, de las relaciones con sus progenitores y de su estilo de apego.

Opino que los dispositivos electrónicos no cumplen para nada esa función. Es más, la Academia Americana de Pediatría, en uno de sus estudios, recomienda que los niños/as menores de 6 años no usen móviles, tablets o cualquier otro dispositivo electrónico.

A modo de reflexión, deberíamos preguntarnos ¿Porqué Steve Jobs cuándo un periodista le preguntó cuales eran las aplicaciones de ipad que utilizaban sus hijas de 15 y 12 años, respondió : “no lo han usado todavía “?

¿Porqué Bill Gates no permitió que sus hijos utilizaran Internet y ordenador hasta los 10 años?

¿Porqué directivos de Apple, Yahoo, Google,…escogen escuelas como la Waldorf para sus hijos/as?

Quizás las respuestas a estas preguntas nos den más luz a la pregunta: Dispositivos, ¿para qué?

Concha Palou 
Pedagoga terapéutica 
Diplomada en traumaterapia sistémica infantil




No hay comentarios:

Publicar un comentario