Los procesos de fertilidad estresan


Llegar a la meta de la paternidad cuando hay dificultades lleva su tiempo y no resulta tan fácil como parece en un inicio. Quizás puedas pensar que la técnica supera a la naturaleza y eso por el momento no ha sucedido. Es una gran ayuda cuando se tienen dificultades, pero precisa tiempo y en muchos casos intentos.

En general, las mujeres se quedan embarazadas tras varios meses de relaciones sexuales; aunque alguna amiga o conocida te haya dicho que se quedó embarazada a la primera, esa no es la media.
No os hablaré de porcentajes pero sí de que un embarazo de forma natural puede tardar en llegar hasta un año. Cuando se pide cita al ginecólogo/a para plantear un posible problema de fertilidad y en consecuencia un tratamiento, la mayoría de vosotras ya lleváis más de un año intentándolo.

Eso conlleva iniciar un proceso de tratamiento de fertilidad con una ambivalencia de emociones encontradas: frustración por no haberlo conseguido y esperanza e ilusión de que sea posible. Es difícil empezar el proceso de tratamiento sin cierto grado de estrés y es natural que nuestro cuerpo reaccione de formas diversas ante él. En algunos casos se “resiste”, es lo que habréis escuchado cuando os dicen que va lento o que responde poco al tratamiento; en otros casos sucede todo lo contrario, el cuerpo se acelera, los ovocitos crecen con excesiva rapidez o son muchos de tamaño poco maduro.

Nuestro cuerpo tiene la misma reacción que nuestra psique, así como nosotros reaccionamos y funcionamos en la vida, así reacciona nuestro cuerpo, sobre todo cuando nos encontramos en situaciones que nos causan estrés, dolor, temor o miedo.

Observar cómo responde tu cuerpo al primer tratamiento te puede ayudar a ver en qué estado emocional estás y optimizarlo. Con esta afirmación no quiero decir de ningún modo que si eres positivo te vas a quedar embarazada y si eres más negativa no, pero sí que la gestión de nuestras emociones es una gran ayuda en la respuesta a los procesos de fertilidad, del mismo modo que para un deportista lo es para ganar la final de un partido.

Los tratamientos de fertilidad son en sí mismos estresantes, por el propio tratamiento, por el tiempo que le dedicamos y por la incertidumbre que nos generan … Te aconsejamos que tomes tu primer tratamiento como una prueba, con la ilusión de que lo puedes conseguir y con cierta reserva de que tu cuerpo tiene diferentes formas de reaccionar. Sabemos que detrás de esto en muchos casos hay un tema económico, debido al coste de los tratamientos cuando no puedes hacerlo por la seguridad social, pero os aconsejamos que vayáis tomando ilusión en la medida que avance en tratamiento.

En el caso de que el problema de fertilidad sea más complejo, quizás tengas que pasar por más tratamientos o técnicas, y cada cambio te supondrá una oportunidad más y a la vez un temor; eso es una reacción natural, pero no te fijes fechas, ni tiempos, son valores que nos incrementan el malestar emocional.
Comparte tu proceso con otras personas que lo hayan vivido y que te expliquen lo más específicamente posible en que consistió su tratamiento, paso a paso. Aunque no sea como el tuyo, así podrás tener una referencia del tratamiento que te van a hacer.

Es bueno practicar la relajación profunda y poder imaginar (visualizar) lo que va a suceder en cada paso del tratamiento, de este modo tu cerebro se prepara mejor al respecto. La visualización de cómo hacer un proceso nos ayuda a crear un automatismo de respuesta. Por ejemplo, si un deportista imagina cómo sube escalando una cima por una grieta compleja, dónde pone sus pies y sus manos, cómo las coloca, los puntos de apoyo, el movimiento de su cuerpo, etc., en el momento en que eso sucede en la realidad, su cuerpo responde con mayor precisión y eficacia, mejorando el resultado. El psicólogo deportivo les entrena a ello. Eso mismo sucede con nuestro cuerpo y más específicamente con nuestro órgano reproductivo cuando estamos en un tratamiento de fertilidad.

Los psicólogos especialistas en fertilidad os ayudamos a vincular vuestras características personales y vuestro ejercicio físico para maximizar la reacción del cuerpo al tratamiento.

Como en otras ocasiones os hemos comentado, el proceso de fertilidad puede ser largo, es importante que te prepares física y mentalmente para ello. Es un proyecto transversal, no debe convertirse en el único. Seguid cuidando vuestra relación de pareja si la hay, el tiempo libre, el trabajo y las relaciones personales.

Gemma Mestre


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