En un post anterior os hablábamos de la importancia de
escuchar a vuestro cuerpo y de atender a las señales que nos están indicando
que existe algún tipo de desequilibrio que deberíamos trabajar. Una de estas
señales es el dolor en la menstruación. El dolor importante durante la
menstruación (lo que técnicamente se llama dismenorrea) es algo muy habitual y
asumido por las mujeres, solemos considerarlo como algo normal, y sin embargo
no lo es.
Durante la menstruación se expulsa tejido del endometrio
(que se había preparado para un posible embarazo), y eso puede generar
molestias; es natural ser más consciente del útero y sentir cierta incomodidad,
sentirse cansada, sensible, pero sentir dolores o calambres fuertes, que me
impidan realizar actividades o que requieran que tome medicación, es señal de
que algo no está funcionando bien.
Si tu objetivo es quedarte embarazada y sientes dolor intenso
en la menstruación, es importante que aprendas a regularlo, ya que eso favorecerá
el equilibrio necesario para que el embarazo se produzca.
Entonces ¿por qué a
tantas mujeres les produce dolor la menstruación?
Lo primero que tenemos que hacer si sentimos fuertes dolores
durante la menstruación es comentarlo con nuestro/a ginecólogo/a para que pueda descartar (o identificar si
fuera el caso) algún problema estructural, como puede ser síndrome de ovarios
poliquísticos o endometriosis.
Si no existe una patología concreta, entonces puede ser que
estemos ante un desequilibrio de otro tipo: hormonal, emocional, nutricional,
etc.
En algunos casos puede ser un problema de bloqueo o tensión
en los huesos o ligamentos de la pelvis, o del diafragma, lo que provoca
presión y tensión en el útero, generando dolor. Esto puede venir provocado por
una gran tensión global, emocional y/o
física que acaba recayendo en esta zona; y también puede verse acentuado por
una vida sedentaria.
El estrés o malestar emocional también tiene en muchos casos
una influencia directa en nuestro equilibrio hormonal, y puede provocar
alteraciones en el ciclo menstrual.
Ciertos hábitos en la alimentación también pueden hacer que
sintamos más dolor, ya que favorecen la producción de sustancias químicas
inflamatorias.
¿Cómo puedo regular el dolor menstrual?
Practica ejercicio moderado, como caminar o nadar, y evita
los ejercicios de impacto (correr, step, etc.) y abdominales que afectan de
manera negativa al útero. Puedes aprender ejercicios concretos que te ayuden a
movilizar el sistema pélvico, destensionándolo.
Observa si tienes algún hábito que pueda estar tensionando
tu zona pélvica, como cruzar frecuentemente las piernas, retorcerte ante el
dolor, contraer glúteos o abdomen, etc.
La respiración diafragmática te ayudará a calmar el abdomen
y el diafragma, y reducirá tu nivel de estrés o malestar emocional. Practicar
técnicas de relajación también puede ayudarte
en este sentido, y mejorará tu conciencia corporal.
En relación a alimentación reduce o elimina el consumo de
lácteos, carbohidratos refinados, carne roja y yemas de huevo, ya que está
relacionados con desequilibrios menstruales. Pueden ayudarte los ácidos grasos
esenciales, la vitamina B y E y el magnesio. Bebe dos litros de agua al día.
Si sientes dolor intenso, evita tomar ibuprofeno, ya que
tiene efectos negativos en la ovulación y en la calidad de los óvulos. Puedes
sustituirlo por paracetamol si lo consideras necesario.
Conoce tus ritmos menstruales, y respétalos. La menstruación
es un tiempo en el que puedes sentirte más cansada y sensible, dedica tiempo a
cuidarte y descansar.
Es importante que trabajes todos estos aspectos para mejorar
la salud de tu aparato reproductivo, y por tanto tu fertilidad. Valora tu ciclo
menstrual como esa parte mágica de tu cuerpo que te va a permitir ser madre.
Mara Segarra
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