Para muchas personas, la Navidad es una de las épocas más esperadas del año. Por lo general, es una época llena de encuentros familiares, celebraciones, regalos y momentos especiales.
La presión social hace que nos sintamos obligados/as a estar contentos/as y unidos/as a la familia (aunque el resto del año esté lleno de conflictos familiares).
Sin embargo, para muchas otras personas es una época en la que la tristeza se hace presente y/o aumenta.
La tristeza durante la Navidad es un sentimiento más común de lo que pensamos, hasta el punto de que hay muchas personas que viven deseando que esta época de festividad pase lo más rápido posible.
Las reuniones familiares pueden hacer que conectemos con mayor intensidad con la ausencia de un ser querido. Las primeras Navidades después de una pérdida suelen ser especialmente difíciles.
También las personas que viven solas, las que se encuentran distanciadas y/o peleadas con su familia o las que atraviesan situaciones de aislamiento social, ya sea dificultades de salud mental preexistentes, como la depresión, pueden sentir una mayor soledad y tristeza durante estas fechas.
A continuación te comparto algunas estrategias para gestionar de forma saludable el sentimiento de tristeza durante la Navidad:
- Permítete sentirte triste sin juzgarte. Sentir tristeza durante las fiestas navideñas (y por supuesto el resto del año) es totalmente válido. Además de que no podemos sentirnos bien todo el tiempo, la tristeza no es algo malo, simplemente es una respuesta emocional natural ante circunstancias dolorosas.
- Comparte cómo te sientes con alguien de confianza. Hablar de cómo te sientes puede ayudarte a sentirte acompañado/a y aliviado/a, así como a evitar que las personas de tu alrededor te presionen a acudir a los eventos navideños que no te apetecen.
- Realiza actividades que te sienten bien, como por ejemplo un paseo por la naturaleza, “sofá y manta” viendo una película, etc. La Navidad no tiene que ser necesariamente sinónimo de fiestas y planes sociales todo el tiempo. También puede ser un buen momento para dedicar tiempo a ti mismo/a y descansar.
- Evita la comparación y las expectativas distorsionadas respecto a lo que otras personas parecen estar viviendo. En Navidad, las redes sociales se llenan de imágenes de reuniones familiares perfectas, regalos costosos y decoraciones impresionantes. Recuerda que las redes sociales solo muestran una pequeña parte de la realidad y que cada persona vive estas fiestas de manera diferente.
- Establece límites saludables. No tengas miedo de rechazar invitaciones o actividades que realmente no te apetecen.
- Crea nuevas tradiciones que se adapten a tu situación actual. Puedes hacer una cena tranquila con pocas personas, colaborar en alguna actividad solidaria, etc. Las nuevas costumbres te pueden aportar un propósito y reducir la carga emocional de las tradiciones familiares.
- Pide ayuda profesional si la necesitas. Si la tristeza es un sentimiento constante durante todo el año y te impide llevar una vida funcional, puede ser útil buscar el apoyo de un profesional de la salud mental que pueda acompañarte en tu gestión emocional, así como ayudarte a explorar las causas que subyacen en tu tristeza.
Finalmente, recuerda que este último mes del año también puede ser una oportunidad para cerrar ciclos y soltar aquello que ya no te sirve, como por ejemplo: relaciones, formas de funcionar, situaciones, etc. No importa tanto cómo celebres la Navidad, sino que puedas cuidarte y respetar tus necesidades emocionales y personales.
Psicóloga General Sanitaria
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