Madres solas

Cuando pienso en escribir sobre este tema, me doy cuenta todo lo que ha cambiado esta sociedad desde que nací. 
Cuando era peque­ña, ser madre sola hubiera sido motivo de rechazo y crítica social, tanto para la madre como para el hijo que solo tenía los apelli­dos maternos.

El cambio social y la tecnología de la fertilización asistida permiten la decisión de ser madre sin necesidad de esperar a encontrar un hombre que quiera montar una fa­milia. Es una liberación para la mujer, y también es una liberación vital, que permite la opción de no tener que vincular la relación de pareja a la formación de una familia. 

El mito del amor romántico, que ha sido el modelo durante el último siglo, obligaba a unir sistemas moti­vacionales del ser humano a una úni­ca posibilidad: el sistema sexual debía ir unido al sistema de cone­xión social y este unido al sistema de apego, y este unido al sistema de cuida­dos, en la única forma socialmente aceptada de formar una familia nu­clear de padre, madre e hijos. 

Pero a veces resulta que hay ami­gos con los que te acostarías pero nun­ca querrías crear una pareja con ellos. Que podemos tener un grupo familiar no de sangre que cuida de los niños y nos hace sentir prote­gidos sin necesidad tampoco de formar dis­tintas parejas con ellos. Son ami­gos y amigas que nos hacen sentir protegidos y cuidados. Las parejas sexua­les son otras. 

A veces sucede que una mujer tiene que tomar la decisión de ser madre porque los años se le vienen enci­ma y la posibilidad de serlo se acabará para siempre. No se pue­de esperar a tener las condiciones socialmente normalizadas porque, en unos años, ser madre no será una posibilidad. Teniendo una criatura ahora, las posibles parejas fu­turas se adaptarán a la realidad de una madre sola. La sexualidad, afortunadamente, es una motivación que puede separarse de la reproducción. Pero en cualquier caso en la que una madre se encuentre sola, la res­ponsabilidad del cuidado de su cria­tura le corresponderá exclusivamente a ella. Ella tomará las decisiones necesarias sobre educación y salud, y toda la responsabilidad económica también dependerá exclusivamente de ella. 

Ser madre sola es una gran tarea que se prolongará muchos años, in­cluso toda la vida. En ese gran trabajo, habrá momentos en los que la madre necesite también ser cuidada. Por tanto, cualquier mujer que decida ser madre sola tiene que crear (o haberse creado) una red social de apoyo, familiar, de sangre o no de sangre, que le ayu­de en los momentos cansados y es­tresantes que conlleva siempre la maternidad. 

Ana Cortiñas
Psicóloga General Sanitaria
Psicoterapeuta

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