El post de hoy va dedicado a la adquisición del “yo” de nuestros hijos, a la construcción de su propia identidad y al papel importante de la figura de apego, en el proceso.
Alrededor del año y medio, el niño empieza a tener noción de sí mismo. Comienza a descubrir que puede hacer cosas solo, sin ayuda, como por ejemplo quitarse los zapatos, comer, encender o apagar la luz,…Estos logros le dan un sentido del “yo” y le ayudan a aprender que no es una prolongación de su madre.