Llega la Navidad y con ella las importantes y mágicas noches de Nochebuena y Reyes. Los niños, desde tempranas edades, esperan impacientes estas noches para recibir sus regalos.
Con todo, debemos ser conscientes que la influencia de los medios de comunicación es enorme y muy preocupante en la población infantil. Los niños son el objeto principal de la publicidad de juguetes con el fin de que los padres los compremos. Va a ser fundamental que, como padres, intercedamos entre nuestros hijos y la influencia de la publicidad.
Nuestro cometido será actuar como filtro, puesto que a tempranas edades es necesario que les compensemos su falta de capacidad critica.
A la hora de elegir un juguete para nuestro hijo tenemos que tener en cuenta que, los juegos y juguetes deben ser un recurso educativo que fomente los valores sociales positivos. Sabemos que el juguete solo es un instrumento y que lo primordial es el juego.
El juego es un pilar básico en la vida y desarrollo de nuestro hijo y se puede realizar con o sin juguete. El juguete cuanto menos estructurado y complejo sea , más desarrollará la imaginación y posibilidades de juego.
Es fácil de entender que el exceso de juguetes disminuye la motivación y el interés, a la vez que limita la creatividad. La atención de los niños se dispersa ante muchos juguetes, lo que les conducirá a una falta de exploración de todas aquellas posibilidades que puede ofrecer cada juguete.
En consecuencia, tenemos que tener presente que el juego no directivo ayudará a nuestros hijos a sentirse seguros, reconocidos, amados,…y por tanto a fortalecer el apego.
Para desarrollar el juego no directivo se necesitan recursos materiales que les transporte a imaginar, crear y construir : muñecos, casas de muñecas, marionetas, disfraces, animales, coches, bloques, plastilina, arcilla, materiales artísticos, materiales sonoros, cuentos,…
En este momento del post, volvamos al principio y preguntémonos : ¿ qué hacemos con el bombardeo de la publicidad?, ¿ cómo elegimos los juguetes para nuestros hijos?, cuando nuestros hijos, todavía, no tienen un lenguaje elaborado ¿ qué información y criterio nos puede ayudar a decidir qué juguete comprar?
Quizás podamos encontrar algunas de las respuestas en la siguiente información:
- De 0 a 6 meses nuestro bebé empieza a descubrir el mundo que le rodea a través de los sentidos, por esa razón el juguete apropiado deberá estimular todos los sentidos: móviles de techo y pared, mantas de actividades con diferentes texturas, sonajeros, materiales sonoros,..
- De 6 a 12 meses empieza a explorar los objetos mordiéndolos, golpeándolos, tirándolos, …En esta franja de edad los juguetes tendrán que permitir acciones como rodar, encajar, apilar, flotar,…: pelotas con texturas, coches, construcciones de bloques grandes, juguetes para la bañera, espejos, cuentos con imágenes, …
- De 1 a 2 años ya son capaces de reconocer las propiedades de los objetos y de realizar acciones como encajar, apilar, meter, sacar, cerrar, abrir,…Por tanto, los juguetes que favorecerán su desarrollo serán aquellos que permitan estas acciones: bloques, anillas, pelotas, encajes planos, triciclos, balancines, cuentos con marionetas, cuentos para manipular ,…
- De 2 a 3 años inicia el juego simbólico e imita situaciones cotidianas. Los juguetes que se adaptan a esta etapa evolutiva del juego pueden ser: disfraces, cocinitas, lavadoras, garajes, dominós y lotos con fotos de la vida cotidiana, rompecabezas, juguetes para la arena y el agua, triciclos con pedales, plastilina, arcilla, materiales artísticos,…
Lo principal, sin embargo, va a ser que digamos SI cuando nuestro hijo nos pregunte ¿ juegas conmigo?. El jugar con ellos les hace sentirse valorados y queridos. El jugar con ellos nos hace compartir risas. Las risas hacen desaparecer la rabia, la tensión, la ansiedad y reducir las hormonas del estrés. Las risas compartidas con nuestro hijo en el juego, crea un vínculo saludable.
¿JUGUETES? Si, pocos, adaptados a la edad y que favorezcan el juego no directivo.
Concha Palou
Pedagoga terapéutica.
Diplomada en traumaterapia sistémica infantil
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