A lo largo de un día, respiramos
más de 20.000 veces, y lo hacemos a través de un proceso de inspiración y
expiración que es fundamentalmente inconsciente. De esta manera, aseguramos que
nuestro organismo reciba el oxígeno que necesita para mantener su
funcionamiento y vitalidad.
Sin embargo, practicar la
respiración de manera consciente puede aportarnos muchos beneficios cuando estamos en un
proyecto de búsqueda de embarazo.
La respiración consciente activa
el sistema nervioso parasimpático, relacionado con el bienestar,
reduciendo el estado de alerta que puede estar mandando señales a nuestro cuerpo de que no es un buen momento para un embarazo. A través de ella podemos regular nuestro nivel de estrés y ansiedad, creando momentos de calma y autocuidado.
reduciendo el estado de alerta que puede estar mandando señales a nuestro cuerpo de que no es un buen momento para un embarazo. A través de ella podemos regular nuestro nivel de estrés y ansiedad, creando momentos de calma y autocuidado.
Conseguimos una mayor relajación
corporal, mental y emocional. El nivel de cortisol, conocida como la hormona
del estrés, baja significativamente; y aumenta la secreción de serotonina y
endorfinas, conocidas como hormonas de la felicidad y el placer, y
estrechamente relacionadas con nuestra capacidad reproductiva.
La respiración consciente nos
conecta con nuestro cuerpo y nos permite mejorar nuestra conciencia corporal;
esto nos hará aprender de posibles señales o informaciones que nos transmite nuestro organismo y que
pueden ayudarnos en nuestro proceso.
La respiración también nos ayuda
a conectarnos con nuestra sexualidad. Gracias a ella nos será más fácil estar
en el presente de nuestras sensaciones, disfrutando de ellas, y manteniendo una
sexualidad centrada en el placer durante todo el tiempo que estemos dedicando a
la búsqueda de nuestro embarazo.
La respiración consciente es una
reguladora natural de los pensamientos y las emociones. Cuando la llegada del
embarazo se hace larga o se dificulta, puede ayudarnos a pensar y tomar decisiones
de manera más clara y calmada, y nos ayudará en el manejo de las emociones.
Moviliza el diafragma, que en
ocasiones puede estar contraído, y su movimiento representa un masaje a
nuestros órganos internos, incluidos nuestros órganos reproductores,
calmándolos y suavizando posibles tensiones. El abdomen, punto clave donde se
acumulan tensiones físicas y emocionales, y muy relacionado con nuestro suelo
pélvico, se pone en movimiento y se relaja.
Nos ayuda a tener un sueño
reparador, recargando energía y vitalidad, fundamental en la búsqueda de un
embarazo.
Si tienes algún tipo de dolor o
molestia (relacionados con la menstruación, las relaciones sexuales o de otro
tipo), la respiración también puede ayudarte a reducirlo. Haz la prueba, te
sorprenderá.
Además, la práctica de la
respiración tiene multitud de beneficios para nuestra salud general,
fundamental para mantenernos activamente fértiles.
¿Cómo puedo empezar a practicar la
respiración?
Una manera de empezar a trabajar
la respiración consciente es dedicar unos minutos de intimidad con ella a lo
largo del día, trayendo tu pensamiento y emociones al momento presente.
Túmbate con la espalda en
contacto con el suelo. Puedes apoyar las plantas de los pies en el suelo,
flexionando las rodillas, o bien poner un cojín alto debajo de tus piernas, a
la altura de las rodillas, de manera que tu espalda pueda descansar cómodamente
sobre el suelo. Asegúrate de tener una posición cómoda, que permita que tu
cuerpo pueda relajarse.
Observa tu respiración. Siente
como el aire fresco entra por tus fosas nasales, recorre tu garganta, tus
pulmones, y moviliza tu diafragma hasta llegar a hinchar tu abdomen, y como
vuelve a salir con la expiración, más templado. No trates de controlarla o modificarla, sólo contémplala. Conecta con esta sensación,
como si fueran olas que suben y bajan, sintiendo como la respiración mece todo
tu organismo.
Intenta mantener esa conciencia
unos minutos. Probablemente descubrirás que los
pensamientos invaden tu mente y te impiden mantener la atención más de
unos segundos. Pero poco a poco, con la práctica, cada vez te será más sencillo
y agradable, y podrás conectarte con tu respiración en otro tipo de situaciones
y actividades.
¡Os animamos a empezar y
descubrir todo lo que puede aportaros!
Mara Segarra
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