El lenguaje es una herramienta poderosa y puede ejercer sobre nuestros hijos e hijas, dependiendo de como lo utilicemos, un crecimiento positivo o un bloqueo.
Desde el nacimiento, nuestros hijos e hijas necesitan que nos preocupemos por ellos y ellas, que les hablemos, que les expliquemos aquello que vamos haciendo con ellos y que le pongamos palabras a sus emociones, sin hacer juicios para que el amor esté presente, en todo momento.