Reacción por el Diagnóstico Prenatal y el Diagnóstico Genético Preimplantacional

¿Qué sucede cuando se detecta una enfermedad monogenética?

Las enfermedades monogenéticas, son mutaciones de genes concretos, su mayoría surgen de las leyes de Mendel, y el riesgo que conllevan, es la recurrencia familiar.

Es por ello, que en esta situación se precisa el consejo genético, la intervención multidisciplinar de la infertilidad y el apoyo psicológico y psíquico para la gestión emocional de aspectos como desorientación, desconcierto, desesperanza, negación…, debido a la incertidumbre que esta circunstancia provoca.

La trayectoria vital, las creencias. Los valores, la reacción ante las adversidades, la historia personal, serán factores básicos que nos ayudan a realizar una gestión emocional sana y, en consecuencia, mayor capacidad para afrontar la toma de decisiones en el proceso de fertilidad.

Los progenitores, es decir vosotros (ellos/ellas), pueden tener conocimiento previo de este problema o pueden ser asintomáticos.

Es por ello que se plantean estudios completos de cariotipos (test de portadores) y/o de compatibilidad genética. Ello deberá ser comentado con el equipo médico de nuestra confianza y que posiblemente os acompañen en la fertilidad cuando hay deseos de tener un hijo sano.

Es importante que antes de realizar un test genético, se tenga un buen consejo genético.

Estudios clínicamente significativos indican que, antes y después de este tipo de pruebas, hay un incremento de los niveles de ansiedad, con lo cual se ha de tener en cuenta, si previamente habéis tenido alteraciones psíquicas emocionales relacionadas con ello.

Paralelamente, habrá que valorar los mecanismos de afrontamiento psicológico al resultado y no una tocata y fuga en busca de una solución, sin una reflexión profesionalizada.

Investigaciones, han demostrado que se precisa hacer una evaluación emocional, sobre todo en personas que ya han presentado previamente depresión, estrés crónico agudo etc., aunque sea leve.

Cuidar de la salud física, mental y emocional de las personas, ayuda a la reactividad del cuerpo y la calidad de vida.

Hay tres procedimientos de detección:

1    Diagnóstico Prenatal.
2.   Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP).
3.   Estudio cromosómico de ambos miembros de la pareja.

Dirigiré la atención al diagnóstico DGP.

La DGP se realiza a los embriones obtenidos mediante FIV. Se biopsian  los maduros y se seleccionan los genéticamente sanos,  antes que se efectúe la transferencia en útero.

Es una prueba de gran utilidad,  pero que conlleva un alto nivel de estrés emocional, con sus posibles consecuencias psicológicas o de la relación de pareja.

Hay que estar bien informado de que supone este proceso (ventajas e inconvenientes) y cuando es un método esencial de selección de embriones.

(Lavery 2002) En su estudio valoró que, los pacientes que anteriormente interrumpieron el embarazo por causas médicas, tienen mayor aceptación a la DGP.

En el caso de que la DGP valorase que no hay embriones sin alteraciones, los Psicoterapeutas de Reproducción. Asistida, asesoren a las persona/s que se planteen la donación de gametos.

Como ya he indicado en otros posts, es muy importante realizar sesiones de información, evaluación y toma de decisiones, así como el duelo genético.

Nuestra labor como psicólogos especialistas en fertilidad, es acompañaros en el proceso reproductivo.

  • Facilitar las herramientas para afrontarlo.
  • Apoyar, informar etc., en el consejo genético reproductivo.
  • Acompañar, a la reacción psico-emocional de ambos miembros de la pareja.

Las consecuencias más graves son, el desequilibrio psíquico emocional de las personas que iniciaron con ilusión el camino de ser padres y la toma de decisión por no poder serlo con gametos propios. En estos casos, pueden decidir no tener hijos, la donación de gametos, o la adopción.


Gemma Mestre
Psicóloga Clínica
Sexóloga - Fertilidad - Psicoterapeuta

Mi agradecimiento a Elisa Saló por sus aportaciones.

 

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