Estabilizar la relación entre el cuerpo y la mente, será una de las funciones del psicólogo

De la misma forma que cuando estamos tensos sobrecargamos los hombros, cuando nuestra atención esta en un órgano, este se tensa.

Si nuestro cerebro, que es un procesador de todas las funciones a través del sistema nervioso, “piensa” y sobretodo “siente” que su órgano reproductor es inútil y no funciona. ¿cómo activarlo en pro de nosotros mismos?



El poder de la emoción y la mente

Vamos a relatar algunos ejemplos en los que la emoción y el pensamiento tiene, una reacción física en el cuerpo.

Imaginemos que estamos al aire libre en un espacio maravilloso, el cielo esta azul, la inmensidad del mar frente a nuestros ojos, el sol acaricia nuestra piel, vemos a nuestro alrededor a gente que disfruta de ese espacio en el que estamos. Nos invade la sensación de una soledad profunda, nuestra mente empieza a disparar pensamientos negativos, de soledad eterna, de no poder vivir de otra forma, de incapacidad de salir de esa situación…. Nuestro cuerpo empezará a reaccionar frente a esos pensamientos y sensaciones -independientemente de lo paradisiaco que sea el paisaje-. Podemos sentir que nos ahogamos, no podemos respirar a pesar de estar en un espacio abierto., el pecho se cierra y nos falta el aire, entre otros muchos síntomas.

Si verdaderamente lo creemos, nuestro corazón se dispara, late mucho mas rápido, nuestro cuerpo tiembla y poco a poco, como un efecto dominó, nuestro cuerpo se altera sin atender a razones. Creemos que vamos a morir y sin embargo, en la mayoría de los casos, estaríamos frente a un ataque de ansiedad o de pánico. Este pequeño relato nos sitúa frente a la fuerza que tiene la mente respecto a nuestro cuerpo, sobre todo, ante sus funciones.

Este segundo caso nos habla de un hombre que esta con una mujer a la que quiere, la desea y se siente a gusto con ella.

Sin embargo, a él, le preocupa no poder satisfacerla, no ofrecerle placer ni disfrute. Se empieza a sentir inseguro, intranquilo, sus pensamientos van invadiéndole hasta llegar un momento en que la erección disminuye y en muchos casos desaparece totalmente, sin poder disfrutar del deseo sexual.

En la experiencia de casi todas las mujeres, en algún momento de sus vidas han tenido dolor menstrual, desarreglos debidos a estados emocionales: disgustos, preocupaciones o todo lo contrario, grandes emociones e ilusiones, sea un viaje, la espera de alguien importante para ellas etc.

Nuestro cuerpo produce cambios cuando nuestro estado emocional esta alterado, sea por estar enamorada o sea por tener miedo o tensión entre otros factores. En general, cada ser humano tiene una forma de expresión física de estos estados emocionales.

Casi todos habréis escuchado alguna vez que un disgusto les cerró el estomago y que no pueden comer, que padecen de descomposición, … se les altera el sistema digestivo. que se les acelera el corazón, entre otros síntomas, pues bien, a otras mujeres les ocasiona una rigidez o tensión a nivel de órgano reproductor.

Las situaciones anteriores, nos demuestran como la emoción y el pensamiento, condicionan nuestras respuestas funcionales físicas y motoras. Si nos situamos en el lugar de una mujer que está frente a una dificultad de quedarse embarazada, en la que desconoce el proceso al que se está sometiendo, que conoce poco como es su órgano reproductivo y sexual, apenas sabe cómo es su funcionamiento, ubicación, el sistema hormonal que lo controla etc.., ¿Podemos plantearnos como ayudar a estas mujeres a que tengan menor estrés en el proceso de fertilización? La respuesta es afirmativa.

No se trata de darles recetas que no funcionan, y sí las culpabilizan.

Todas ellas han oído muchas veces: si te estresas, no te quedarás, relájate”, “Hay gente que cuando adopta se queda embarazada”, “si no te agobiaras tanto iría mejor”, Eso no ayuda, esos comentarios las tensan, y las cierran. Causan el efecto contrario  que ellas precisan, ya que sus pensamientos son ¿dónde está mi problema? ..., si estuviera mas tranquila lo conseguiría…, Pero ¿cómo? ..., no es tan fácil….

Finalmente llegan al pensamiento y sensación “mi órgano no funciona”, y viven como si no lo tuvieran, el sexo en la relación disminuye o prácticamente desaparece, se convierte en un mero acto para “intentar tener hijos”.

Es importante que las mujeres recordéis que estáis sanas, que esta parte de vuestro cuerpo, está sometiéndose a un tratamiento que os produce unos cambios funcionales en general y específicamente en el órgano reproductor.

La terapia de potenciación y capacitación, es una intervención psicológica que ayuda a reconocer y sentir la conexión con nuestro sistema reproductivo y específicamente en los órganos que forman parte de él, potenciamos el vínculo con los mismos, capacitamos su receptividad y la reacción positiva y funcional de dicho sistema.

Gemma Mestre
Psicóloga Clínica
Sexóloga - Fertilidad - Psicoterapeuta


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